(Esto que viene ahora es una pequeña introducción. El artículo viene más abajo. Pero vamos, que es importante. Que lo leas, vaya)
Uno se pregunta qué es de lo que se puede escribir para estrenar este blog, y se encuentra con que los temas a tratar son muchos y de muy distinta condición, pero no sabe cuál escoger primero, ya que hay que ir poco a poco dando forma a este espacio abierto a cualquiera de dichos temas.
Sin embargo, para qué engañarnos: lo que escribamos va a estar siempre condicionado por nuestros gustos. Y por lo tanto, voy a empezar precisamente por ahí, por mis gustos. Voy a hablar de algo que me gusta, y que por ende, conozco bien. Además, intentaré adoptar un tono algo neutro; quiero decir que intentaré no exaltar aquello de lo que voy a hablar más de lo debido. Aunque quizá lo haga. Depende.
Una vez dicho esto, doy paso al artículo en sí. Que ya va siendo hora.
(Ahora sí, es cuando comienza lo interesante, el artículo. El meollo del bollo. Léelo, maldita sea.)
El próximo 31 de julio verá la luz la reedición de los primeros trabajos discográficos de uno de los músicos más peculiares del siglo XX: Frank Vincent Zappa .
La verdad es que, seguramente, muy pocos de los lectores de este blog conocerán a este personaje. Los más afortunados habrán oído hablar alguna vez de él, o incluso habrán escuchado su música.
Para aquellos que se pregunten quién es, no tienen más que buscar en Wikipedia o en cualquier otro blog su biografía. Yo aquí hablaré de lo realmente importante: su música.
La música de Zappa por primera vez oída genera una sensación especial: rechazo. Así me pasó a mí, y a mucha más gente que alguna vez la ha escuchado. Y eso es porque, al oír la música de Zappa, te das cuenta de que no has oído algo igual antes. Ni por asomo parecido.
Sin embargo, los más curiosos (como yo, je, je) ahondan en su música, y se encuentran con que es única, original, compleja e inabarcable.
Única, porque nadie ha sabido reflejar ni alcanzar su estilo a la hora de componer y concebir la música como espectáculo.
(Dos piezas absolutamente distintas de Frank. Primera y última épocas)
Original, porque nunca nadie antes había hecho algo semejante: mezclar influencias tan dispares como Stravinsky y el doo-wop melancólico de finales de los 50-principios de los 60; la música percusiva y experimental del francés Edgar Várese con el heavy metal, el dodecafonismo con el rock and roll de los años 50...Y así con todo lo que se le pasara por la cabeza.
(Dos de las principales influencias de Frank: el vanguardismo de Varése y el blues de Johnny Guitar Watson. Cabe decir que ambos músicos fueron ídolos de su infancia)
Compleja, puesto que abordó toda clase de género musical: desde la psicodelia irreverente de sus Mothers of Invention iniciales, hasta el difícil sinfonismo contemporáneo, pasando por el blues, la ópera rock, la ópera estilo Broadway, la ópera a secas, por el jazz y por la música de big band, por la electrónica y el disco...así "ad infinitum".
(Una actuación de The Mothers Of Invention, el grupo de Zappa, en la BBC, en el año 1968. Es interesante comprobar cómo le daba importancia a la teatralidad y al humor en sus directos. Lo que suena se llama KING KONG)
(Un ejemplo de la música del álbum The Grand Wazoo, primero de una serie de álbumes de música bigbandística muy influida por el jazz)
(Una de las obras para orquesta de Zappa más "accesibles". Fue escrita para su película musical 200 Motels, y se han grabado diversas versiones de la misma. Se llama Strictly Genteel)
Inabarcable, ya que en vida llegó a publicar más de 60 discos, mas grabaciones pirata (bootlegs) de sus conciertos (que más tarde él "legalizó" haciéndolas oficiales), mas casi 30 discos más que se han lanzado póstumamente al mercado. Cada año, dos o tres grabaciones inéditas se ponen a la venta, ampliando aún más una obra ya de por sí monumental.
(Uno de los discos más populares y conocidos de Zappa es Apostrophe, que contiene canciones como Cosmik Debris)
(Una de las canciones más celebradas del compositor: Peaches In Regalia, del albúm Hot Rats. Dicho albúm se considera un referente del género jazz-rock, y en el participaron músicos como el violinista Sugar Cane Harris y el cantante Captain Beefheart, amigo de la infancia de Frank)
Ahí donde le veis, el hombre de bigote y perilla hizo todas esas cosas y le sobró tiempo para rodar dos películas, meterse con los Beatles, la iglesia, la MTV (su único videoclip estrenado en dicha cadena fue censurado), con Reagan, con Bob Dylan, y en general con todo el que se moviera, a presentarse a las elecciones (aunque se tuvo que retirar por el cáncer que acabó con su vida), a escribir dos libros, a enfrentarse con la mujer de Al Gore y al resto de senadores de EEUU cara a cara, a demandar a la Warner Bros. (y salir victorioso), a salir en Miami Vice y en un montón de programas de la tele, a tener cuatro hijos de nombres raros (Moon Unit, Dweezil, Ahmet y Diva), a dar a conocer a Alice Cooper y Steve Vai, a producir discos tan especiales como "Trout Mask Replica" (del que hablaré en un post dentro de un tiempo), a colaborar con gente tan seria e importante como Pierre Boulez o Zubin Mehta, o con orquestas de renombre como la London Symphonic o el Ensemble Modern...
Un personaje injustamente olvidado por las masas, cuya obra ha dejado una importante huella en la historia de la música de la segunda mitad del siglo XX y ha ejercido una gran influencia sobre las nuevas generaciones de músicos de toda clase.
No descarto comentar en próximos posts alguno de sus discos, sobre todo los más accesibles, para acercarnos un poco más a esta figura de la música moderna.
(Si te ha entrado más que curiosidad hay una página muy recomendada que contiene una biografía bastante completa, gran parte de su discografía comentada y reseñada, y casi todas sus letras traducidas. También incluye un listado de los músicos que trabajaron con él, una hemeroteca, y un montón de cosas más por descubrir: El Tercer Poder)
No hay comentarios:
Publicar un comentario