Hay muchas razones pero, todas son por estética o por el
impacto psicológico que tendrá lugar en el receptor. A continuación, enunciaré
algunas de las razones más curiosas.
— Las horas en las que las dos agujas se superponen, se
enfrentan o están separadas por menos de diez minutos no son agradables a la
vista. Por ello, las manecillas tienen que estar a una distancia mínima de 10
minutos y a una máxima de 20. De esta manera, se delimitan las combinaciones
posibles y entre ellas encontramos las 10:10.
— Al estar las agujas en dicha posición forman un tick con lo
que se relaciona con algo positivo, otros lo relacionan con una sonrisa o dos
brazos dispuestos para abrazar.
— Las manecillas no tapan la marca del fabricante que suele
estar colocada bajo el número doce, además consiguen enmarcarla.
— Al encontrarse en esta posición, no tapan la esfera en la que aparece la fecha que suele estra colocada al lado del 3 o del nueve.
— Si se forma un rectángulo dentro de la esfera del reloj y
con el minutero como límite, se puede comprobar que resulta ser un rectángulo áureo.
Y ha sido demostrado que los objetos con proporciones áureas son agradables a
la vista.
— Las manillas están casi simétricas respecto a la línea trazada
entre el número 12 y el número 6. Por un lado, se forma un ángulo de 48 grados,
por el otro es de 56. La simetría exacta se conseguiría en las 10 y 120/13
minutos, lo que equivale a 10h 9min y 13,8s, por eso en algunos relojes podemos
encontrar las 10:09 o las 10:08.
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