En 1984, Wes Craven inició una de las sagas más emblemáticas en el cine de terror de todos los tiempos. Pesadilla en Elm Street supuso una revolución en cuanto a la manera de hacer este tipo de cine. Por aquella época eran bien conocidas sagas como La matanza de Texas, Halloween y Viernes 13. Sin embargo, estas películas presentaban un villano plano, que solo se limitaba a hacer su aparición en pantalla y hacer las peripecias de turno. En ese sentido, el personaje de Freddy Krueger nos enseñó otra cara del mal, con una personalidad llena de humor negro. Aunque es cierto, que con el paso de los años ese humor negro se fue transformando en autoparodia hasta llegar, a la que posiblemente muchos considerarán lamentable, la polémica Freddy contra Jason.
En los inicios de esta peculiar saga se nos presenta a un psico-killer que disfruta matando a sus victimas jugando con ellas, a diferencia de otras películas ya mencionadas que se limitaban a dar el machetazo o el hachazo de turno. Es por ello, por lo que la saga de Wes Craven es tan recordada, junto a la de Scream, pero ese es otro tema aparte al que le dedicaré una nueva entrada otro día.
En mi opinión, una de las mejores secuelas fue la tercera parte, que era una continuación directa a la historia original (con el regreso de la protagonista principal). El resto de cintas son bastante corrientes (salvo alguna excepción), fueron decayendo poco a poco. Sin embargo, cuando la productora decidió dar fin a historia de la saga con la sexta entrega en 1991 no impidió que tres años después se lanzase una nueva película titulada La nueva pesadilla de Wes Craven, una cinta que proponía un argumento original a mi parecer y que reunía a la mayor parte del reparto original además de su director. La trama poco o nada tiene que ver con el resto de la saga, pues no es una continuación directa, sino que es algo así como cine dentro del cine. Los personajes se interpretan a si mismos, incluido el propio director.
Johnny Deep en Pesadilla en Elm Street |
Para aquellos que quieran saber más de esta interesante saga les recomiendo el documental Never Sleep Again, donde analizan el impacto y la importancia de estos filmes, presentando entrevistas con algunas de las personas más emblemáticas que hicieron posible la saga (como Wes Craven o Robert Englund) en un conjunto que tiene unas cuatro horas de duración.
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