La escritura de Misery arranca a mediados de los ochenta y tiene que ver con una extraña pesadilla que Stephen King sufrió mientras viajaba de Estados Unidos a Londres con la compañía American Airlines, en un viaje de negocios y a la vez de turismo. King escribió todo lo que recordaba del sueño en una servilleta de papel a bordo del avión y se la guardó para trabajar en la idea en cuanto volviese a casa. Sin embargo, cuando llegó a Londres la pesadilla no se le iba de la cabeza, así que se levantó de la cama y se dirigió a la recepción del hotel en el que se hospedaba. El conserje le contó que disponía de un escritorio muy especial, pues había pertenecido a Rudyard Kipling. Allí King pudo escribir 16 páginas que resumían con más detalle que la servilleta la esencia de la obra.
La parte más dura del trabajo ya estaba hecha cuando volvió a Maine, así que tardó poco en terminar su novela. No sin antes tener un pequeño conflicto con la editorial, cuando el autor comunicó su deseo de que la obra fuera publicada bajo uno de sus pseudónimos (Richard Bachman), sus editores consiguieron convencerle de lo contrario, pues consideraban Misery como una de sus obras más potentes. Aunque, más que convencerle, lo que sucedió es que alguien filtró quien era en realidad Richard Bachman y las ventas de los libros publicados por éste se multiplicaron por diez, así que al final King decidió publicarlo con su propio nombre, ya que seguir usando un pseudónimo era absurdo. Así que el 8 de junio de 1987 se publicaba Misery.
Próximamente me gustaría hablar acerca del rodaje de la película, ya que el éxito cosechado con el libro dio pie a una adaptación cinematográfica.
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